A base de la piel de la papa se puede lograr un potente fertilizante para las plantas. Técnicas y recomendaciones para prepararlo y el modo de utilizarlo.
En el amplio mundo de los componentes eficaces para enriquecer la tierra de nuestra huerta o el jardín, existe una alternativa muy útil, con muchas propiedades orgánicas versátiles: la cáscara de papa. Este residuo orgánico, de ser manipulado correctamente, tiene una gran utilidad como abono para la tierra, mejorando la fertilidad, por lo que potencia el rendimiento de muchos cultivos o de las plantas que podemos tener en nuestra casa.
Además, su uso aporta para optimizar la germinación de las semillas y aporta para acelerar el crecimiento de las plantas en general, ya que aportan nutrientes básicos como lo son el nitrógeno, el potasio y el fósforo que son esenciales para su crecimiento.
El abono a base de agua de papa, es muy útil y muy utilizando por los jardineros o aficionados a la huerta con conocimiento, en esta oportunidad, vamos a utilizar la cáscara de papa para preparar nuestro propio abono para fertilizar la tierra.
A la cáscara de papa la vas a emplear como una infusión, más allá de también emplearla en el compost casero, en esta oportunidad realizaremos un hervido de la cáscara de la papa, para obtener una solución líquida que aplicaremos con rociador en la tierra, o utilizaremos como agua para el riego, aportando una buena dosis de potasio, algo de nitrógeno, por lo que es muy bueno regar nuestras plantas con el agua de cáscara de papa.
Para sumar beneficios al abono elaborado con la cáscara de la papa, podemos mencionar que es muy útil para cuidar a las plantas de las heladas tardías o tempranas, como así también es práctica para tratar problemas de maleza difícil de controlar, y además es bueno para ahuyentar plagas.