El pequeño tiene 4 años y cursaba este miércoles el quinto día en el hospital. Es el segundo caso pediátrico en lo que va del mes. Especialistas instan a la tenencia responsable de las mascotas.
El niño de 4 años que fue diagnosticado con leishmaniasis visceral -transmitida por el flebótomo Lutzomyia longipalpis- cumplió este miércoles el quinto día de internación en el hospital Pediátrico de Posadas mientras en el barrio Itaembé Guazú realizaban en horas de la mañana operativos de vacunación, colocación de pipetas y detección de posibles perros enfermos.
Según informó la médica infectóloga Liliana Arce a El Territorio, el pequeño tuvo como antecedente previo a la detección de la enfermedad un mes de fiebre, palidez, agrandamiento del bazo y adelgazamiento. Con esa sintomatología se decidió realizarle una punción de médula ósea donde se visibilizaron los parásitos y junto a la jefa del Servicio de Hematología, Sandra Borchichi, confirmaron el cuadro.
“Ahora está recibiendo el tratamiento acorde a su enfermedad, con una evolución favorable”, señaló Arce, médica del Servicio de Infectología del mencionado centro asistencial. Teniendo en cuenta esa buena resolución del cuadro se evaluará darle el alta en las próximas horas. Por otro lado, la trabajadora de la salud comentó que este es el segundo caso detectado en el mes. El anterior también se dio en un niño de 4 años del barrio A-4 de la capital misionera que debió ser internado y recibió el alta médica la semana pasada.
“Ese chico también tuvo un mes de fiebre con una evolución muy favorable y ante la sospecha realizó la punción de médula la doctora Borchichi y se logró visualizar el parásito”, detalló. Ver al parásito a través del microscopio es el diagnóstico más exacto para la leishmaniasis y así poder arrancar con la medicación adecuada. Una vez que se logra eso “durante cinco días se hace el tratamiento y si el paciente responde favorablemente, deja de tener fiebre, aumenta su peso, el apetito, mejora su estado general y los parámetros del laboratorio, se decide el alta”. Actualmente este niño se encuentra en su casa, con controles ambulatorios y sigue mejorando.
Desde que se detectó el primer caso pediátrico de leishmaniasis en 2006 hasta la actualidad ya son 64 los diagnósticos en Misiones para esa patología y la gran mayoría con buena evolución. En tal sentido, Arce que es especialista en la enfermedad, dijo que siempre hay que estar atentos a estos casos de fiebre prolongada y cuando se presentan empezar a sospechar en leishmaniasis.
Si el cuadro febril se extiende por 50 días o más la persona va a llegar al ‘Kala Azar’ o fiebre negra, la forma más grave que produce anemia, sangrado, diarrea, agrandamiento del bazo, abdomen voluminoso, color amarillento de la piel y puede llevar a la muerte.
El cuadro infeccioso, indicó la especialista, produce también un deterioro inmunológico de las personas y puede dejar lesiones en el hígado y los riñones. “Esto tiene que ver con el diagnóstico tardío y un tratamiento que no sea oportuno”, contó.
Tras el alta la persona debe seguir con controles periódicos durante al menos un año con chequeos mensuales “porque esta enfermedad puede reactivarse, es decir, que puede volver a presentar síntomas que necesitan otro tratamiento. Pero en nuestros pacientes la evolución siempre fue muy buena y solamente tres tuvieron que ser reinternados por encontrar durante esos primeros seis meses signos de que la enfermedad todavía no estaba del todo curada”, finalizó.
Los vecinos se acercaron con sus mascotas para que sean vacunadas. / Foto: Víctor Hugo Paniagua
Colocarán trampas para detectar al flebótomo
En la mañana de este miércoles el Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores junto al Instituto Municipal de Sanidad Animal (Imusa) realizaron tareas de concientización a los vecinos de Itaembé Guazú donde se detectó el caso, testeo de animales en la manzana donde vive el chico y se colocarán trampas de luz para ver si hay presencia del vector, el flebótomo Lutzomyia longipalpis. En caso que se lo encuentre fumigarán la zona. También se aprovechó para vacunar a los perros contra la rabia, poner pipetas y detectar canes que puedan estar enfermos.
Desde su irrupción en el año 2006, la leishmaniasis se volvió endémica en Posadas, es decir, no se puede erradicar y los casos en humanos se repiten con cierta frecuencia todos los años. En ambientes urbanos el perro es el principal reservorio del parásito, la Leishmania infantum. Es una enfermedad zoonótica porque interviene como reservorio el perro doméstico que es picado por el flebótomo y este vuelve a picar a otros perros o a humanos y sigue la cadena de transmisión.
“El flebótomo se cría donde hay elementos orgánicos como gallineros, frutos en descomposición, hojarasca y pica al atardecer. Los perros afectados pueden no tener signos de la enfermedad o estar con úlceras, caída del pelo alrededor de hocico, orejas y ojos”, señaló la médica infectóloga Liliana Arce. “Por eso es importante la tenencia responsable de animales, comprar pipetas, llevar al veterinario a nuestras mascotas para los controles”, agregó.
Por último, recomendó la recolección de residuos como la materia fecal de los gallineros, tener los patios limpios de hojas y sin frutos en descomposición.