La medida de fuerza está sujeta a conversaciones con funcionarios de comercio nacional. Dicen que pierden rentabilidad por la devaluación
Unas 5.000 estaciones de servicios independientes de todo el país que pertenecen a distintas cámaras empresarias y federaciones enroladas
en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) manifestaron ayer su rechazo a las medidas de congelamiento de precios de combustibles por considerar que tornan “inviable” el negocio.
Tras el acuerdo de precios entre las petroleras y el Gobierno nacional con un ajuste de 12,5 % en agosto y el congelamiento del precio hasta octubre, las empresas anunciaron medidas de fuerza que “se aplicarán a la brevedad y en forma escalonada”.
Pese a la amenaza que circuló durante la jornada de ayer, Sebastián Estévez, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicios de Rosario, aseguró en declaraciones a medios rosarinos que habrá servicio en los surtidores de combustible mientras esperan una reunión con la Secretaría de Comercio de la Nación.
La postura adoptada por la Confederación y que se pondrán en marcha en los próximos días y en forma escalonada apuntan al cierre nocturno de todas las estaciones de servicios del país; el comienzo de las solicitudes para aplicar el procedimiento preventivo para establecimientos en crisis, previsto por la Ley 24013 y la paralización de los procesos de revisiones paritarias en curso. “Todo ello sin perjuicio de otras acciones que se definirán conforme a la escalada de esta crisis”, indicaron.
“El aumento aplicado a los combustibles fue menor que el porcentaje aplicado a la devaluación, por lo que el efecto resulta negativo para quienes apostamos por el sector. Resulta muy difícil para nuestras pymes, que involucran a más de 5.000 estaciones de servicios y garantizan 65.000 puestos de trabajo, cargar con parte de esta nueva devaluación cuando ya venimos soportando la pérdida de la rentabilidad desde antes de la pandemia”.
RESPONSABILIDADES
En el comunicado, los Confederados sostienen que no cuestionan que el Gobierno pueda adoptar las medidas de emergencia que crea necesarias para la economía del país, y en resguardo del bolsillo de los consumidores, pero las mismas deben ir acompañadas de medidas complementarias y urgentes, que mitiguen el efecto devastador que se está provocando a las estaciones de servicios.
Adicionalmente, explicaron: “Desde Cecha hemos intentado mantener un diálogo fecundo con las autoridades nacionales, sin conseguir respuestas favorables hasta la fecha” y alertaron que esa falta de toma de decisiones provocará, lamentablemente, el cierre de estaciones que tengan ventas por debajo del punto de equilibrio y que hoy alcanza a la mitad del sector.
También responsabilizaron al Gobierno por “la parálisis de los procesos de revisión paritaria en curso”.
Exhortaron a las empresas petroleras a modificar en forma estructural las comisiones por venta, las que actualmente están en el orden del 10 % promedio a nivel país, ya que “resultan claramente insuficientes”.
En tanto, cerraron con un último pedido al Estado: “El negocio de los combustibles no para de complicarse. Los empresarios, que elegimos y amamos este trabajo, ahora lo vemos desgastante y hasta desesperanzador. Los estacioneros necesitamos ser escuchados. El Estado debe entender que invertimos y generamos empleo, y no se trata sólo de dinero lo que se pone en juego, sino también de esperanzas, esfuerzos y un tiempo que no volverá”.