La casa del guardaparques es lo único que quedó sobre el agua. El resto de la infraestructura se inundó. “Celebramos esto porque es en beneficio de la fauna”, dijo su director, Guillermo Lier.
El predio de la isla El Rico donde se ubica el Parque Nacional Islas de Santa Fe quedó bajo el agua debido al repunte del río Paraná que alcanzó niveles de alerta en distintas ciudades santafesinas. Lo que para muchos es un problema, para los guardaparques es motivo de celebración. Es que la crecida trae vida a esta reserva natural y los yacaré regresaron a su hábitat.
“El Parque está hoy casi en su totalidad debajo del agua”, cuenta el guardaparques Guillermo Lier, director del Parque. “Todos los cuerpos y cursos de agua que estaban secos por la bajante histórica están llenos, y las zonas altas en su mayoría también están bajo el agua”, agrega. “Lo único que queda sobre el agua es la casa del guardaparques, el resto de la seccional, los senderos y el área de uso público están totalmente bajo el agua”.
El Rico es una isla en el medio del delta del río Paraná. Una isla a la que sólo se llega en no menos de una hora de viaje en lancha u otra embarcación desde Puerto Gaboto o desde Diamante, Entre Ríos. No hay caminos terrestres para acceder al área enteramente insular. Allí se levanta el destacamento del Parque Nacional Islas de Santa Fe, que es parte del delta del Paraná. Desde su creación -en 2010- tiene una superficie de 4.096 ha. y está catalogado como sitio Ramsar (Humedales de Importancia Internacional). Además, buscan ampliar por ley su superficie a 10 mil ha.
“Mientras no alcanzamos los niveles de alerta el predio tiene suficiente tierra porque El Rico es una isla muy alta”, cuenta Lier. “Lo que pasa hoy es que se superó ese nivel y tenemos agua adentro de la seccional, por los galpones de depósito; esto nos complica estar y trabajar en el Parque”.
-¿Hay guardaparques en el predio?
-Actualmente no hay personal fijo debido a la creciente, pero estamos ocupando el lugar de forma permanente con personal rotativo -dijo Lier.
Visitas
Este año que termina se abrieron al público las primeras visitas guiadas al Parque. Se acondicionaron los senderos, con la cartelería indicatoria, se construyeron sanitarios y una zona de servicios con sombra y mesas con sillas para camping. En el Parque no hay red eléctrica ni wifi, y la señal telefónica es muy baja. La apertura fue experimental. Sólo un puñado de visitantes fueron los privilegiados.
El interior inundable de las islas está dominado por pajonales de paja de techar, canutillos, juncales y camalotales. Los albardones más elevados son ocupados por especies leñosas como alisos de río, curupíes y ceibos. Pero la flor más bella es la del irupé, que es una de las plantas acuáticas más grandes del mundo y llega a medir hasta dos metros de diámetro, con forma de plato y flores blancas y rosadas.
Además de carpinchos, que es el animal emblema del lugar, la fauna tiene lobitos de río. Y se pueden ver el encanto de la pollona azul, la jacana, gallinetas y diversas especies de patos y garzas. Las tortugas de laguna y la tortuga pintada son bastante comunes entre los reptiles. El madrejón de Cachino está lleno de yacarés. Y los peces más comunes son los sábalos, bogas, bagres y tarariras. También el “tigre de los ríos”: el dorado. Hay relevadas unas 30 especies de mamíferos, unos 200 tipos de aves y cerca de 300 tipos de peces”.
Preparados
Ahora, antes de que llegue el agua, los guaraparques retiraron la cartelería y las mesas de la zona de camping. “Cuando baje el agua volveremos a instalar todo”, dice el director y explica que guardaron todo en los galpones, “pero si sigue creciendo deberemos trasladarlo a continente”.
-¿Los nuevos sanitarios públicos se inundaron?
-Hoy no tienen agua adentro, está a dos centímetros de entrar. Pero se diseñaron pensando en estos períodos de creciente. Una vez que baje el agua se les hará el debido mantenimiento que corresponde y deberían funcionar de la misma manera. Como son nuevos, esta será la prueba de fuego.
La creciente
“Más allá de las complicaciones operativas que la crecida conlleva en la planificación de trabajos, esto es parte de la dinámica del río Paraná y es lógico, esperable y bueno que suceda periódicamente”, dice Lier. “Toda la flora y fauna de las islas están adaptadas a estos períodos de creciente, así que ambientalmente no es un problema, sino todo lo contrario. Después del largo período de bajante que tuvimos esto trae vida a lagunas que se habían secado, bosques que necesitaban renovación y para la fauna”
“En cuanto a lo operativo y a los planes que teníamos para el parque, esto demora algunas tareas que teníamos previsto hacer hacia la apertura definitiva del Parque al público”, cuenta el encargado. “Independientemente de esto, la crecida le trae agua a lagunas que se habían secado y que hoy están nuevamente cargadas. La fauna que se había retirado volvió a su ambiente, como por ejemplo los carpinchos y yacaré, que es un animal que cuando el ambiente en el que vive se seca tiene que moverse hacia otro lugar en busca de un ambiente propicio”, dice Lier, “mientras que sus crías que crecieron en esos otros lugares los colonizan; así se distribuye la riqueza de esta fauna y cada uno busca su alimento en un ambiente distinto, sin que le falte a ninguno, gracias a su distribución por todo el parque y las áreas vecinas”.
-¿Qué directivas recibieron de las nuevas autoridades nacionales?
-Las autoridades de Parques Nacionales todavía no fueron designadas, por lo que no está ciento por ciento operativa la gestión. Estamos esperando que se ocupen esos cargos que quedaron vacantes y recibir las nuevas instrucciones. Mientras tanto seguimos trabajando con las directivas que teníamos y con lo que teníamos planificado.
-¿Cuál es el proyecto del Parque para el 2024?
-La idea es abrirlo definitivamente al turismo todo el año. Seguramente empezaremos los fines de semana, como lo hicimos durante la etapa experimental. En paralelo tenemos que continuar con la construcción de la infraestructura en general, para brindar todos los servicios.
Por último, el director del Parque dijo: “Queremos llevar tranquilidad de que esto es un fenómeno natural previsto y se va a volver a repetir dentro de los ciclos que la naturaleza y el río determinen. Y más allá de todas las complicaciones que nos trae a las personas, ambientalmente es una buena noticia”.