Fuentes del sector de la carne aseguran que hubo baja en los precios. Los carniceros consultados dicen que hay mucha mercadería y poca demanda. En el país de la carne en la previa de las fiestas históricamente la gente llenaba el freezer o la heladera con asado, vacío, peceto y el incremento de la demanda interna subía los precios del ganado. Pero este año la carne bajó porque la demanda disminuyó.
“Lo primero que hay que entender es que tras negociarse en el mercado de hacienda de Cañuelas a un valor 50% mayor al de la primera semana del mes, los valores retrocedieron y ya recortaron el incremento que había impactado de lleno en los mostradores y provocó la caída del consumo”, se explica en Clarín. En este contexto, la disparada había llevado el novillo en el mercado de hacienda de $1.500 a $2.500 el kilo. Eso se corrigió a la baja en los últimos días, cuando en las carnicerías se vio que el consumidor no llevó lo esperado. Debido a ello, retrocedió casi 25% el precio mayorista de la carne.
La baja en el consumo
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), marcó que “esta baja en el precio de la carne se va a mantener durante todo enero y parte de febrero”.
En Misiones
En Misiones la situación es similar. Pese a que la demanda por las fiestas se mantuvo, la venta a comparación de años anteriores disminuyó y el consumidor optó por cortes más económicos y carnes blancas como cerdo o pollo. Actualmente, un kilo de pata muslo puede costar desde $1.600, mientras que un matambre o peceto vale desde $5.000 el kilo. La costilla de cerdo cuesta $2.500 el kilo, mientras que la de carne superó los $6.000 el kilo. Se trata de cortes que con anterioridad eran muy demandados en esta época del año.