La situación en Santo Tomé, Corrientes, es crítica y empeora cada día. La imparable crecida del río Uruguay ha desatado el caos, obligando a 200 personas a abandonar sus hogares. La semana pasada, el río alcanzó un alarmante nivel de 15 metros, forzando evacuaciones inmediatas para evitar una catástrofe mayor. Las familias desplazadas han perdido todo, y la falta de apoyo del gobierno agrava aún más la desesperación.
Se habló de “posible rebrote” de contagios en esta ciudad, pero de acuerdo a las autoridades locales, no tienen previsto un rebrote en Santo Tomé.
En medio de esta emergencia hídrica, las autoridades municipales han emitido desesperados llamados a la prevención sanitaria. Santo Tomé se ha convertido en el epicentro del dengue, con un brote incontrolable. El hospital local, sin recursos suficientes, ha alertado sobre el preocupante incremento de contagios, instando a la población a vacunarse y a tomar medidas preventivas.
El intendente de Santo Tomé, Augusto Suaid, advirtió sobre las terribles consecuencias de la acumulación de agua, que amenaza con intensificar el brote de dengue. Las lluvias recientes han empeorado la situación, destruyendo caminos y restringiendo la circulación por la Ruta Nº 40 debido al colapso de una alcantarilla cerca del río Aguapey.
La crisis epidemiológica en Santo Tomé es alarmante y creciente. El hospital San Juan Bautista reporta alrededor de 40 nuevos casos de dengue cada día, con 180 casos activos y un total de 2.450 acumulados. Las autoridades sanitarias, desesperadas, insisten en la urgencia de la prevención para evitar que la enfermedad se propague aún más en medio de esta emergencia.
A nivel provincial, la directora de epidemiología, Angelina Bobadilla, reconoció que aunque hay una leve disminución en los casos, el brote sigue fuera de control. La prevención es vital durante esta transición climática, pero las medidas implementadas hasta ahora son insuficientes.
El abandono por parte del gobierno de Gustavo Valdés es escandaloso. La falta de apoyo para los evacuados y la carencia de recursos en el sistema de salud están llevando a la población a una situación desesperada. En el interior de Corrientes, las familias desplazadas y los hospitales sin medicamentos ni atención especializada claman por ayuda. La inacción del gobierno ha dejado a los correntinos en una crisis sanitaria y humanitaria sin precedentes.
¿Cómo van a regresar estas familias a sus hogares cuando lo han perdido todo? La ausencia de un plan de recuperación y la falta de recursos adecuados ponen en duda la capacidad de los afectados para reconstruir sus vidas. Los ciudadanos de Santo Tomé necesitan urgentemente una respuesta del gobierno que vaya más allá de las palabras y promesas vacías. Se requiere acción inmediata para proveer los recursos necesarios y garantizar la seguridad y salud de todos los habitantes afectados por esta doble tragedia.