La Hilandería Alal, una de las pocas fábricas en la provincia y un pilar de la segunda ciudad correntina, comenzará a operar con una reducción significativa de su personal.
Mientras el gobernador de Corrientes se embarca en una gira internacional en busca de inversores, la realidad en la provincia es alarmante.
El 70% de los trabajadores será suspendido por un período de 60 días, mientras que solo el 30% de los operarios continuará trabajando en horarios normales.
La medida, que entra en vigor esta noche, implica que los trabajadores suspendidos cobrarán el 75% de su salario durante estos dos meses de inactividad. Esta decisión se debe a la difícil situación que enfrenta el sector textil, una problemática que ya se venía anticipando en días recientes.
El futuro de los empleados de la Hilandería Alal depende ahora de la recuperación del rubro textil en los próximos dos meses. En caso de que la situación no mejore, no está claro si los trabajadores serán reincorporados a sus puestos o si la suspensión con goce parcial de sueldos se prolongará. Peor aún, existe la posibilidad de que se produzcan despidos.
La incertidumbre se cierne sobre los empleados de la fábrica y sus familias, quienes dependen de estos ingresos para su sustento. La comunidad de Goya está observando de cerca esta situación, esperando que se encuentre una solución que evite mayores perjuicios económicos y sociales en la región.
Esta situación refleja una crisis más amplia en el sector industrial y laboral de Corrientes, donde los trabajadores enfrentan crecientes desafíos debido a las fluctuaciones económicas y la falta de estabilidad en diversas industrias. Las autoridades locales y provinciales deberán abordar estas cuestiones con urgencia para asegurar el bienestar y la seguridad laboral de sus ciudadanos.