La situación en el Hospital Escuela “José Francisco de San Martín” de Corrientes, el principal centro de atención pública de la provincia, se vuelve cada vez más insostenible. Las constantes denuncias por acoso laboral, despidos, falta de personal y de recursos básicos para los trabajadores y pacientes reflejan un panorama alarmante. A estos problemas internos se suma la carencia de inversión significativa en salud pública, afectando especialmente a los trabajadores y familias correntinas sin obra social, quienes dependen exclusivamente de un sistema de salud que se encuentra colapsado y con servicios limitados.
Recientemente, la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) Filial Corrientes declaró el “estado de alerta” debido a la reducción de salarios, despidos de personal capacitado y nombramientos arbitrarios de familiares de la administración hospitalaria. Esta decisión se tomó tras una asamblea en la que los trabajadores exigieron respuestas urgentes al Ministerio de Salud y a los directivos del hospital. Las quejas incluyen la baja en los adicionales salariales, actos de discriminación laboral y amenazas de despido, lo que ha creado un ambiente laboral de alta conflictividad y malestar.
Financiamiento desigual en salud: ¿prioridades confusas?
Mientras el Hospital Escuela continúa en esta crítica situación, el gobierno provincial aprobó una partida de más de 470 millones de pesos para el Instituto de Cardiología de Corrientes mediante el Decreto Nº2170, con el fin de cubrir “los costos que demandan las prestaciones médicas brindadas”. Sin embargo, aún no se ha anunciado ninguna asignación para atender las urgentes necesidades de los hospitales públicos. Esta falta de inversión en el sistema de salud pública es particularmente preocupante cuando cada vez más trabajadores, jubilados y personas sin cobertura médica deben recurrir a estos centros debido a que la obra social del estado no es aceptada por la mayoría de los prestadores privados.
Denuncias y reclamos de los trabajadores de la salud
La última asamblea en el Hospital Escuela dejó en evidencia serios problemas: falta de personal y una estructura salarial que se encuentra por debajo de la línea de indigencia para muchos trabajadores. Los gremios denunciaron el precario estado de los servicios, el incumplimiento de turnos quirúrgicos y la escasez de medicamentos esenciales. Además, manifestaron su preocupación por la falta de medidas de seguridad frente a las constantes situaciones de violencia, especialmente en el área de emergencia, donde los trabajadores enfrentan agresiones de los acompañantes de pacientes.
Con este contexto, la comunidad se pregunta: ¿cuándo le tocará al hospital público recibir la atención y el financiamiento que necesita? ¿Hasta cuándo las autoridades permitirán que el sistema de salud pública funcione en estas condiciones, poniendo en riesgo tanto a los pacientes como al personal sanitario? En medio de esta crisis, los trabajadores exigen diálogo y transparencia, advirtiendo que la situación no solo afecta a sus derechos laborales, sino que también compromete gravemente la atención y la salud de los correntinos.