Crisis salarial en Corrientes: trabajadores toman las calles nuevamente

“Carnaval con millones, estatales sin respuestas: el gobierno prioriza las fiestas mientras los reclamos se acumulan”

Mientras el gobierno de Corrientes destina millonarias sumas de dinero para la organización del carnaval, empleados estatales continúan esperando respuestas a sus reclamos salariales y exigencias de un bono extraordinario. Los trabajadores del Instituto de Vivienda de Corrientes (INVICO) formalizaron días atrás la solicitud de un bono de fin de año de $1.300.000, argumentando que la inflación y la escalada de costos básicos los ha dejado en una situación crítica.

Este pedido surge en un contexto de meses de reclamos por aumentos salariales que han sido sistemáticamente ignorados por el Ejecutivo provincial. Tarifas de luz en alza, transporte más caro y la pérdida constante del poder adquisitivo han llevado a los empleados a un límite insostenible. Desde el INVICO, señalaron que el bono solicitado busca paliar al menos en parte el impacto de la inflación, tomando como referencia el monto otorgado en Santiago del Estero, donde el gobierno provincial dispuso $1.300.000 para sus empleados estatales y municipales.

A menos de dos meses de terminar el año, el gobierno de Corrientes aún no anunció un bono de fin de año. Por el momento, el Ministerio de Hacienda se limitó a confirmar el pago de salarios, aguinaldo y los dos pluses habituales para diciembre, sin dar lugar a medidas extraordinarias que alivien la situación de los trabajadores.

En contraste, la administración provincial continúa anunciando con entusiasmo las inversiones destinadas al carnaval, un evento que se ha convertido en una prioridad para las autoridades. Esta decisión no pasó desapercibida entre los empleados estatales, quienes consideran que la falta de atención a sus necesidades es una muestra más de la desconexión del gobierno con las problemáticas reales de los correntinos.

El último bono extraordinario otorgado por el gobierno fue en diciembre de 2023, cuando se abonaron $150.000 para empleados activos y pasivos, cifra que los trabajadores consideran insuficiente frente al contexto inflacionario de este año. Mientras tanto, la municipalidad de la capital otorgó $100.000 en dos cuotas de $50.000, un monto que también quedó rezagado frente a la constante suba de precios.

Para los empleados del INVICO y otros sectores estatales, la combinación de indiferencia gubernamental y prioridades cuestionables deja un mensaje claro: las fiestas tienen más valor que el bienestar de quienes sostienen el funcionamiento de la provincia

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