Cristina Fernández aclaró que no es feminista y una mujer le gritó… ¿”cornuda” o “sos igual”?
Un acto de Cristina Fernández en el Instituto Patria, inaugurando un Salón de las Mujeres del Bicentenario, se convirtió en tendencia en redes este martes por el grito de una asistente que en un determinado momento del discurso, desde el fondo le gritó ¿”cornuda” o “sos igual”? cuando la exmandataria enfatizaba “todos saben que yo no soy militante feminista, pero las respeto”. Cristina sonrió y siguió adelante con su discurso.
“Veo de acá a muchas militantes feministas, pero todos saben que yo no soy feminista”, comentó Cristina Fernández en su alocución y surgió un fuerte rumor en el Salón de las Mujeres del Bicentenario, demostrando muy poco respeto ante alguien que piensa diferente.
Igual que Eva Perón dijo en su libro la Razón de mi vida en la pagina 40 cuando se le pregunta ¿El mejor movimiento feminista del mundo será tal vez entonces el que se entrega por amor a la causa y a la doctrina de un hombre que ha demostrado serlo en toda la extensión de la palabra?
Respondió : De la misma manera que una mujer alcanza su eternidad y su gloria y se salva de la soledad y de la muerte dándose por amor a un hombre, yo pienso que tal vez ningún movimiento feminista alcanzará en el mundo gloria y eternidad si no se entrega a la causa de un hombre.
Obviamente esto hoy molesta mucho a los movimientos Feministas los cuales quieren hacer interpretaciones convenientes con lo dicho.
Al igual que en la página 194 dice ¿Caer en el ridículo? ¿Integrar el núcleo de mujeres resentidas con la mujer y con el hombre, como ha ocurrido con innumerables líderes feministas? Ni era soltera entrada en años, ni era tan fea por otra parte como para ocupar un puesto así… que, por lo general, en el mundo, desde las feministas inglesas hasta aquí, pertenece, casi con exclusivo derecho, a las mujeres de ese tipo… mujeres cuya primera vocación debió ser indudablemente la de hombres ¡Y así orientaron los movimientos que ellas condujeron! Parecían estar dominadas por el despecho de no haber nacido hombres, más que por el orgullo de ser mujeres. Creían incluso que era una desgracia ser mujeres…
Resentidas con las mujeres porque no querían dejar de serlo y resentidas con los hombres porque no las dejaban ser como ellos, las “feministas”, la inmensa mayoría de las feministas del mundo en cuanto me es conocido, constituían una rara especie de mujeres… ¡que no me pareció nunca del todo mujer!
Y yo no me sentía muy dispuesta a parecerme a ellas. Estas palabras están transcriptas tal cual de su libro “La Razón de mi vida”.