A casi un año y medio del hecho que generó conmoción luego de que el subteniente del Ejército, Matías Chirino, perdiera la vida en la Guarnición militar del Grupo de Artillería 3 de la localidad correntina de Paso de los Libres tras un “ritual de iniciación”, la familia pide justicia y que quienes fueron los responsables del hecho, paguen en prisión.
Los oficiales del Ejército Claudio Andrés Luna, Rubén Darío Ruiz, Hugo Reclus Martínez Tarraga, Darío Emmanuel Martínez, Exequiel Emmanuel Aguilar, Facundo Luis Acosta y Gerardo Sebastián Bautista, fueron imputados en septiembre de este año por homicidio simple en calidad de coautores y agregó la prisión preventiva por estar “acreditada la existencia de riesgo procesal”.
Sin embargo la misma no se hizo efectiva debido a que la defensa de los imputados interpuso un recurso de casación a lo dispuesto por la Cámara Federal de Corrientes.
“Estamos muy mal, esto es un infierno todos los días para nosotros”, manifestó en declaraciones a Télam Ezequiel Chirino, padre del joven oficial oriundo de Córdoba, que perdió la vida el 19 de junio de 2022, luego de una noche de maltratos y obligación de comer y beber en exceso en un contexto de “cena de bautismo”, ritual que le provocó una broncoaspiración que derivó en su muerte, según se detalla en la causa
Con el recurso de casación, al día de hoy todos los imputados por el homicidio del joven que en ese entonces tenía 22 años, están en libertad y ahora el “recurso está en manos de la Cámara Federal de Casación”, dijo Claudio Orosz, abogado de la familia Chirino, quien agregó que esperan que “la resolución esté antes de fin de año”.
“¿Cómo puede ser que estén libres los responsables de la muerte de mi hijo?”, indagó angustiado el padre de la víctima, que además comentó que la situación familiar es difícil: “Estamos muy mal, esto es un infierno todos los días para nosotros. Nos acostamos llorando y nos levantamos llorando”.
Recordando el hecho, tuvo lugar en el interior del Casino de Oficiales del Grupo de Artillería de Monte 3, ubicado sobre el kilómetro 10 de la Ruta 117, donde transcurrió un ritual de iniciación con un desenlace fatal, según detalla el expediente.
Según la investigación del caso, orientada por el fiscal federal Fabián Martínez, se pudo determinar que el subteniente Chirino y dos colegas más debían presentarse y comenzar a prestar funciones, por orden del segundo jefe de la Unidad, a las 07:30 del día 20 de junio de 2022, pero finalmente por instrucción del Subteniente Facundo Luis Acosta, debieron arribar antes de lo previsto, a las 20:15 del 18 de junio de 2022.
Entre el horario de ingreso y las 00:30 del 19 de junio de 2022, se constató que en el interior del quincho de oficiales y sus inmediaciones los acusados “prevaliéndose de la autoridad que tenían (…), en desprecio a la integridad física y moral de sus camaradas Matías Ezequiel Chirino, Jorge Manuel Chaile y Rufino Ezequiel Meza, le impartieron órdenes arbitrarias y maltratos”, dice el expediente.
Detalla que los maltratos consistieron en “obligarlos a ejecutar diferentes tareas denigrantes”, desde organizar una cena a base de diferentes bebidas alcohólicas y gaseosa, cigarrillos y comida a pedido de los sindicados, hasta consumirlas de forma descontrolada.
“Con el estómago vacío los obligaron a beber alcohol en exceso, extendiéndole sus copas, una de ella conteniendo vino con abundante sal, bajo la orden ‘tome, tome’, provocando que perdieran el conocimiento”. Asimismo, les exigieron que se colocaran la ropa de verano ante temperaturas de entre 4 y 2 grados y se sumergieran a la pileta del casino de oficiales cuya agua se encontraba sucia, por un tiempo de 30 segundos aproximadamente.
Con el paso de las horas fueron perdiendo el conocimiento por la intoxicación alcohólica y las demás circunstancias de maltrato. En este contexto fueron abandonados en el lugar, donde quedaron recostados en unas colchonetas que estaban tiradas en el piso hasta las 06:09 que se emitió una alerta por el grave estado en el que se encontraba uno de los subtenientes, el joven Chirino.
Según la autopsia realizada, la víctima murió por broncoaspiración tras vomitar en estado de inconsciencia y estando acostado, mientras que se registró 1,45 gramos de alcohol por litro de sangre.
A raíz de la trágica muerte, en noviembre del año pasado el ministro de Defensa, Jorge Taiana, prohibió la autorización y realización de festejos, “ritos y ceremonias de iniciación”, reuniones sociales o cualquier tipo de actividad; así como también el ingreso, provisión y consumo de bebidas alcohólicas dentro de unidades y establecimientos militares con motivo del comienzo o la finalización de actividades de formación o entrenamiento.