La víctima denunció que cada vez que salía o entraba en su casa, en la Boca, choferes de la línea 64 “hacían comentarios denigrantes” sobre ella, que incluían “insultos y opiniones” sobre su cuerpo.
Una mujer vecina de La Boca denunció repetidos episodios de hostigamiento y acoso por parte de los choferes de la línea 64, quienes proferían comentarios sobre su apariencia física cada vez que ella ingresaba o salía de su vivienda. Agotada por esta situación, decidió presentar una denuncia.
Uno de los conductores de la línea de colectivos fue sentenciado a cuatro días de prisión en suspenso, junto con la obligación de cumplir con ciertas pautas de conducta. Estas medidas incluyen la participación en un taller especializado en la problemática de la violencia de género.
Así lo informó el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad en un comunicado de prensa. “No quedan dudas que hubo intimidación y hostigamiento, pero el acoso callejero se configura por el especial componente sexual con que dotaba sus interacciones, que como se dijo anteriormente no necesariamente debe ser verbal, sino que con la expresividad de los gestos ya alcanza para su configuración”, comienza.
“A partir del contexto resulta claro tanto para el emisor como para el receptor la connotación del mensaje, lo cual ha sido confirmado por las psicólogas que testificaron en las audiencias”, sostuvo la jueza en lo penal, contravencional y de faltas porteña Natalia Ohman en su fallo.
Según la denuncia presentada por la víctima, durante un período que abarcó desde enero de 2020 hasta, al menos, marzo de 2022, diversos empleados de la línea de colectivos 64 la sometieron a acoso sexual, hostigamiento y actos intimidatorios. Estos comentarios denigrantes los percibía desde su balcón residencial.
Luego de presentar la denuncia en una comisaría de la Policía de la Ciudad, la fiscal Carolina Zanni intervino en el caso. Con la colaboración de la denunciante, se pudo identificar a dos de los hombres involucrados, quienes fueron imputados y posteriormente sometidos a juicio.
En el caso del colectivero condenado, la fiscal Zanni presentó acusaciones por su conducta intimidante y lasciva hacia la denunciante. Se le imputó que la observaba de manera intimidante, mirándola de arriba abajo, mientras se encontraba parado en la esquina de Rocha y Melo, en el barrio de La Boca.
“Incluso, según relató la denunciante, en una ocasión puntual el hombre, además, se tocó su miembro mientras la miraba”, según se explicó en el citado comunicado de prensa.
La jueza Ohman abordó el caso desde una perspectiva de género y consideró la figura del acoso sexual. Esta figura legal busca prevenir y sancionar situaciones de hostigamiento, maltrato o intimidación en espacios públicos o de acceso público, ya sea de manera verbal o física, cuando estos actos tienen connotaciones de naturaleza sexual y se basan en la condición de género, identidad y/u orientación sexual de la víctima.
También, determinó que el acusado era responsable de la contravención de acoso sexual callejero agravada, debido a que este se basó en la desigualdad de género.
Durante el juicio, que se extendió por tres días, la víctima, su madre, una vecina y una amiga prestaron declaración, narrando cómo los eventos denunciados afectaron la vida cotidiana de la joven. Como resultado, la víctima tuvo que modificar sus rutinas diarias, ya que experimentaba acoso cada vez que salía y se encontraba con los colectiveros.
“En su alegato, la fiscal Zanni resaltó que este tipo de hechos revisten para esta Fiscalía (especializa en Violencia de Géner) y para la sociedad en general, una especial importancia, ya que, además de responsabilizar a una persona concreta, se busca asegurar el cese de la violencia y generar conciencia en torno a una problemática que, conforme la experiencia, han vivido casi la mayoría de las mujeres en alguna oportunidad”, explicaron desde el Ministerio Público.
La jueza Natalia Ohman emitió una sentencia condenatoria contra el acusado, imponiendo una pena de cuatro días de prisión en suspenso y estableciendo ciertas condiciones, que incluyen asistir a un taller especializado en violencia de género y una orden de prohibición de acercamiento. En el caso de otro colectivero que fue a juicio, fue absuelto de los cargos.