Esta mañana comenzó un paro en toda la salud privada del país en demanda de un aumento salarial. La medida fue impulsada por la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa), liderada por Héctor Daer, y tuvo repercusión en la provincia. En Chaco, el acatamiento al paro fue dispar: mientras que algunos sanatorios tuvieron atención normal, otros contaron solo con guardias mínimas.
Los trabajadores de la sanidad solicitan un aumento del 38% en sus sueldos a partir de febrero, pero las empresas responden que no tienen ingresos suficientes para cubrir esa demanda y, debido al contexto de crisis en el sector, ofrecen hacerlo en dos partes durante dos meses, propuesta que el sindicato rechaza.
A pesar de que el paro finaliza esta medianoche, la situación continúa sin resolverse ya que no hay un acuerdo sobre la cifra del aumento. Las expectativas están puestas en el próximo martes, cuando haya una nueva reunión. Las entidades empresariales a nivel nacional solicitaron una conciliación obligatoria que fue rechazada por la Secretaría de Trabajo de la Nación. Cabe destacar que la gestión de Javier Milei tomó la postura de no dictar conciliaciones obligatorias para “exponer” a sindicatos.
La situación en la salud privada en Chaco es parte de un escenario complejo y la alarma por la crisis persiste. Armando Frangioli, presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios del Chaco (ACLYSA), precisó a Diario Chaco que no tienen los recursos para cubrir el aumento demandado y ejemplificó: “El ingreso mayor que nos ofreció la obra social provincial, INSSSEP, es del 18%, o sea no tenemos recursos para cubrir”.
“En Capital Federal las cosas cambian porque ellos tienen un volumen de pacientes de prepagas que pudieron aumentar sus ingresos en forma bastante importante, entonces reciben de alguna manera por parte de los afiliados un ingreso económico que les permitiría una cifra cercana, pero nosotros no. En Chaco estamos muy lejos de poder cubrir ese objetivo. El reclamo es justo, la necesidad de que compense -los sueldos- con la inflación”, reconoció Frangioli.
El aumento de costos para la salud privada, influenciado directamente por los insumos y medicamentos dolarizados, sigue siendo una preocupación para el sector. Frangioli destacó que el precio de los medicamentos ha aumentado entre un 150% y un 300% desde diciembre, lo que deben cubrir con los mismos fondos que reciben de las obras sociales.
“Estamos en un momento muy difícil y además los reclamos que estamos haciendo a la obra social INSSSEP no cae. Nos dieron ya la versión que nos darían el mismo incremento que les dieron a los empleados públicos y en cuanto al resto de las obras sociales, algunos incrementos son bajos del 8% o 9% mensual”, concluyó.
José Luis Sánchez Rivas, presidente de la Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados, dijo a Radio Milenium: “Tenemos que seguir buscando alternativas de financiamiento, el único que nos ha dado un aumento claro fue el PAMI en el mes de enero, estamos hablando de otro en el mes de febrero. Y ahora aparece el gremio con un paro un poco intempestivo”.
“Las obras sociales sindicales a nosotros en el año 2023 tampoco nos dieron el 211%, hay algunas que nos dieron el 80%, el 100%, el 120%, o sea que el gremialismo que maneja las obra sociales tampoco estuvo a la altura de las circunstancias”, cerró.