La historia de Conor McGregor con la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo continúa vigente después de que el irlandés anunció su regreso al octágono a través de sus redes sociales con un posteo en el que aparece una cuenta regresiva para su próximo combate, el cual se llevará a cabo el próximo 16 de diciembre ante Michael Chandler en el UFC 296.
Con esta publicación por parte del peleador (hasta el momento UFC no hizo un anuncio oficial), tomaron más fuerza las declaraciones que realizó durante la velada pugilística que presenció en la que se enfrentaron Anthony Joshua y Robert Helenius en el O2 Arena de Londres. Allí, The Notorious advirtió que iba a volver a la jaula con un combate en diciembre del 2023 y otros dos prometedores en 2024.
Además de enfrentarse al estadounidense de 37 años, el dublinés también deslizó los nombre de sus próximos rivales: Justin Gaethje y Nate Díaz, con quien cerrará una de las trilogías más esperadas por los fanáticos después de las dos peleas que protagonizaron en 2016. Mientras que en marzo cayó por sumisión, cinco meses después se impuso en la revancha por decisión dividida.
La carrera de Conor McGregor en la UFC comenzó a perder fuerza en lo que respecta a lo deportivo después de su recordada derrota frente al ruso Khabib Nurmagomedov en octubre del 2018 por sumisión. Una caída que trajo consecuencias por el escándalo que se produjo tras el final, en donde acompañantes de ambas esquinas se enzarzaron en una batalla tanto dentro como fuera del octágono.
Tras acatar una sanción por parte de la organización, dos años más tarde se presentó nuevamente ante la atenta mirada de todos los fanáticos. Frente a Cowboy Donald Cerrone, el irlandés tuvo una magnífica performance al noquear a su oponente en apenas 40 segundos.
Todo parecía que iba a volver a la normalidad, con su regreso al poder y una chance de volver a pelear por el título. Sin embargo, en su camino se topó con Dustin Poirier en enero del 2021. Tras caer en su primer combate en 2014, el estadounidense se vengó y se quedó con la victoria por nocaut en el segundo round. Seis meses más tarde, se produjo el cierre de la trilogía en una pelea que parecía que iba a terminar con la carrera de The Notorious.
El 10 de julio, Conor McGregor sufrió la lesión más grave de su carrera al fracturarse la tibia de la pierna izquierda, lo cual le valió una segunda derrota consecutiva ante Poirier. “La gente me pregunta: ¿Cuándo se rompió una pierna? ¿En qué momento se rompió la pierna? Pregúntenle a Dana White, pregúntenle a UFC, pregúntenle al Dr. Davidson, el médico jefe de UFC. Sabían que tenía fracturas por estrés en la pierna al entrar a la jaula”, explicó McGregor en una transmisión en vivo en su Instagram siete días después del combate.
Ahora, y tras un largo período de recuperación que aún así fue en tiempo récord, la máxima estrella de la compañía volverá a subirse al octágono con el objetivo de demostrar que todavía no está acabado.
Fuente infobae