“Perdimos todo… la desolación es total… y lo peor viene después, cuando se va el agua”, expresó -casi quebrada en llanto- Mónica Espina, Rectora de la EFA Pejú Porá de Paraje Tala, cerca de Perugorría, en Corrientes. El agua rompió las defensas llevándose todo y destrozando chacras para la práctica agrícola. Pudieron rescatar algunos animales, pero otros quedaron en medio del agua.
La Escuela de la Familia Agrícola Pejú Porá se encuentra en Paraje Paso Tala, a 23 kilómetros aproximadamente de Perugorria y a 70 de Goya.
Las lluvias de los últimos días golpeó con dureza a la institución, y hace algunas horas cedieron las defensas y se inundó.
“Es una escuela de la familia agrícola EFA. Practicamos la alternancia de internado, toda la semana los chicos viven acá y los fines de semana van a sus casas, son alumnos que realizan su aprendizaje y prácticas profesionales dentro de la escuela”, explicó Mónica, a modo de presentación de la escuela.
La rectora de la ERA describió que “la semana anterior la tormenta arrancó el cielo raso del SUM, y nos rompió cuatro invernaderos e instalaciones de corrales, también cayó una jirafa de luz”.
Y agregó: “hoy estamos pasando lo peor, porque cedieron las defensas -a pesar de una lucha que se dio desde que tuvimos las lluvias copiosas- y el agua inundó toda la escuela”
La docente aclaró que “en su momento se “altearon” las defensas. El Intendente de Perugorría instaló una retroexcavadora con la cuál reforzaron las defensas. Y tenemos una bomba muy grande que nos obsequió el gobernador y otra que nos dio el municipio, pero esta mañana cedieron las defensas y tenemos agua por toda la escuela y el barrio”.
“Es muy desolador el paisaje, porque tenemos agua por todos lados, ya casi nadie está en el lugar… solo quedan dos o tres familias” remarcó.
La respuesta de la naturaleza
La rectora de la EFA Pejú Porá admitió que “la mano del hombre” tuvo su impacto en la realidad: “esta zona es apta para la producción de arroz. Esto hizo que la naturaleza haya visto modificado el curso de agua, entonces hoy nos encontramos que durante el año se fueron consolidando defensas en estas explotaciones y el agua quedó estancada en la zona”.
“Hoy nos damos cuenta -mirando desde la ruta- que llegando a Paso Tala se observa toda la masa de agua desde el rio Corriente se vuelva hacia el paraje porque hay tantas defensas a los costados que el agua no puede distribuirse en otro lado… por eso el agua queda encerrada”, contó.
La profesora Espina admitió: “es la cuarta inundación que tenemos desde 2019, aprendimos que hay que sacar a los animales en estas situaciones, hoy todos nuestros animales están sobre la ruta, y como está cerrada la ruta los animales pueden estar tranquilos hoy”.
Y destacó: “nosotros confiábamos en que las defensa iban a aguantar, peo con la gran cantidad de agua que cayó no resistió”. Además, la rectora de la EFA, manifestó: “los productores sacaron lo que pudieron, no pudimos sacar los cajones de abeja, casi todos los animales los pudimos sacar”.
“En los últimos tiempos es la peor inundación que vivimos” enfatizó.
Lo que viene después
Por otro lado, la profesora Espina, dijo: “las familias están asistidas por el municipio, con las necesidades básicas cubiertas, pero las carencias van a verse cuando vuelvan a sus casas…. van a ver muebles con humedad, la casa sucia, ahí se va a percibir la gran crisis”.
Y finalizó: “la escuela va a vivir lo mismo, cuando tengamos que volver. Tratamos de sacar lo que se pudo, alzar todo lo que pudimos, colocamos más defensas, pero no sé si servirá de algo”.