La circulación de personas durante el fin de semana que pasó, más las lluvias y el calor, generan el ambiente propicio para las infecciones. Instan a extremar las medidas para evitar la enfermedad.
La acumulación prolongada de agua estancada ha desatado un aumento de enfermedades como el dengue y problemas de contaminación, impactando gravemente la salud de los habitantes y generando pérdidas económicas significativas e irreparables. Los municipios no están llevando a cabo una limpieza continua de los desagües ni eliminando los criaderos de mosquitos, agravando la crisis.
El Ministerio de Salud Pública de Corrientes anticipa un brote de dengue y refuerza medidas preventivas en medio de la etapa interbrote. Este viernes, la directora general de Epidemiología informó que en Mercedes se entregaron insumos y equipamiento para el control vectorial, destacando la importancia de eliminar criaderos de mosquitos.
Sin embargo, en el interior de Corrientes la situación es alarmante. Las familias desplazadas y los hospitales carecen de medicamentos y atención especializada, dejando a los correntinos sumidos en una crisis sanitaria y humanitaria sin precedentes. La prevención, clave durante esta transición climática, no está siendo abordada con la urgencia que se requiere, y las medidas implementadas hasta ahora son insuficientes.
Por otro lado, ayer, el ministro del área reiteró que no hay vacunas disponibles y que las dosis adquiridas llegarán recién en marzo de 2025, debido a una escasez nacional del insumo. Mientras tanto, se intensifican las capacitaciones en los municipios para intentar contener el avance de la enfermedad.
La falta de planificación y acción efectiva por parte del gobierno deja a miles de correntinos expuestos al avance del dengue, mientras los hospitales enfrentan un panorama de colapso y las familias del interior continúan clamando por ayuda.