Los padres de una menor de 9 años denunciaron a los directivos de una escuela ubicada en el microcentro posadeño por no interceder en las situaciones de bullying de las cuales es víctima su hija, por parte de otro compañero de aula. Los detalles.
La institución en cuestión es la Escuela ubicada en la intersección de la avenida Corrientes y la calle Tucumán de esta capital, donde la víctima cursa el tercer grado «A» turno mañana. Como se trata de una denuncia que involucra a menores de edad, este medio se reserva las identidades de los niños, por lo cual se utilizarán para esta nota periodística la referencia “A” para la nena y “B” para el nene.
En una preocupante denuncia, el padre de “A”, ha decidido tomar medidas legales ante la persistencia de situaciones de acoso escolar, también conocido como bullying, que han afectado a su hija. La escuela ha sido el escenario de este conflicto, que ha generado preocupación y angustia en la familia involucrada.
“A” ha asistido a esta escuela desde los 4 años, al igual que “B”, quien actualmente tiene 9. Los problemas comenzaron a surgir cuando ambos niños cursaban la sala de cuatro. El varón “ingresaba al baño de mujeres cuando mi hija se encontraba allí”, se lee en la denuncia a la que tuvo acceso Misiones Online. Sala de cinco no cursaron porque fue pandemia.
Luego, la situación se agravó en primer y segundo grado, con episodios de bullying que involucraban empujones y otros comportamientos inaceptables.
La preocupación creció aún más cuando “A” se encontraba en una clase de educación física y, en un acto inapropiado, el varón “le apoyó uno de los conos de plástico en la cola”, cuenta. Este incidente, aunque no resultó en una lesión física, fue un momento traumático para la niña. La docente, identificada como Adriana, fue acusada de no abordar adecuadamente la situación y de no tomar medidas para prevenir futuros episodios.
Ante la falta de acción de la escuela, los padres de “A” se acercaron a la dirección para buscar una solución, y se elaboró un acta en compañía de la directora Juana C. Sin embargo, la situación no mejoró, ya que al día siguiente, “B” empujó a “A” contra la pared en el aula, y cuando esta última se quejó con la maestra Adriana, esta le respondió de manera despectiva, “no seas chusma”.
La falta de respuesta por parte de los directivos de la institución ha llevado a los padres a buscar asesoramiento legal y presentar una denuncia ante la defensoría del niño. Además, han expresado su preocupación por la aparente relación de parentesco entre la directora de la escuela y la madre de “B”, lo que plantea dudas sobre la imparcialidad de la dirección en este caso.