La crisis en Corrientes: ¿Qué ganan los correntinos con las inversiones extranjeras mientras la inflación y la motosierra arrasan?
A pesar de los anuncios optimistas del gobernador Gustavo Valdés sobre la llegada de inversiones extranjeras a Corrientes, los habitantes del interior siguen preguntándose qué beneficios tangibles se están viendo en sus bolsillos. La realidad económica golpea con fuerza a las pequeñas y medianas empresas (pymes), mientras la inflación y el aumento de tarifas no dan tregua. El panorama para los correntinos es cada vez más sombrío, especialmente en el interior, donde se han cerrado pequeños comercios y fábricas debido a la falta de apoyo estatal.
Recientemente, el ministro de Hacienda y Finanzas de la provincia admitió la gravedad de la situación, sin brindar fechas concretas para la tan esperada mejora salarial para los empleados públicos. Aunque aseguró que el gobierno está comprometido con la recuperación del salario, las medidas siguen siendo insuficientes frente a la creciente inflación.
Por otro lado, las ventas minoristas pymes han experimentado una caída constante. En septiembre, se registró una disminución del 5,2% interanual a precios constantes, acumulando una baja del 15% en los primeros nueve meses del año. Este es el tercer mes consecutivo de caídas, aunque el ritmo de descenso se ha desacelerado levemente, con retrocesos significativos en sectores como perfumería (-20,8%) y bazar, decoración y textiles para el hogar (-12,3%).
El Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), elaborado a partir de un relevamiento de 1.300 comercios en todo el país, reveló que la estabilidad de precios permitió algunas liquidaciones agresivas, especialmente en rubros como calzado, indumentaria y electrodomésticos. Sin embargo, las ventas finales continuaron por debajo de los niveles de 2022 y de agosto, afectando gravemente a los comercios locales.
La situación es particularmente preocupante en el sector de alimentos y bebidas, donde las ventas cayeron un 2,7% interanual en septiembre y acumulan un desplome del 18,6% en lo que va del año. Si bien algunos empresarios ven indicios de una posible recuperación, la realidad es que muchas familias han perdido poder adquisitivo, optando por segundas marcas y ofertas, lo que golpea directamente a los pequeños comercios.
En tanto, sectores como el textil e indumentaria sufrieron una caída del 5,4% interanual, con una desaceleración del 3,2% en comparación con el mes anterior. Los comerciantes indicaron que las promociones y cuotas ya no generan el entusiasmo de antes, y la incertidumbre económica continúa afectando la predisposición de los consumidores a gastar más allá de lo estrictamente necesario.
Lo que queda claro es que, mientras las grandes inversiones extranjeras parecen prosperar, las pymes locales se ven cada vez más relegadas. La falta de apoyo estatal y los altos costos impositivos son algunos de los principales obstáculos para los comerciantes. Además, la demanda interna sigue débil, lo que agrava la crisis.
En resumen, mientras el gobernador Valdés celebra la llegada de capitales foráneos, los correntinos siguen sufriendo el impacto de la crisis económica. Las pequeñas empresas, que han sostenido el empleo y la producción local durante generaciones, enfrentan una lucha desigual ante gigantes extranjeros que se llevan los recursos de la provincia sin generar un verdadero desarrollo sostenible. Y la gran pregunta que queda en el aire es: ¿qué ganan realmente los correntinos con estas inversiones?