Las huertas urbanas y familiares son una opción sostenible que requiere técnicas agroecológicas, paciencia, adquisición de herramientas para ser sostenidas y acompañamiento del Estado, ya sea provincial o municipal. En Misiones, cada vez más se pone en práctica esta actividad, sobre todo en estos tiempos de crisis económica, donde cultivar el propio alimento si bien requiere costos de mantenimiento, es una opción viable. En este contexto, la provincia apunta al desarrollo constante de prácticas saludables y de soberanía alimentaria.
Asociaciones civiles y funcionarios competentes en el área coincidieron que “la demanda por aprender técnicas para tener una huerta propia en casa creció en los últimos meses”. En Posadas, el municipio asiste a las familias que buscan tener su huerta, mientras que el Ministerio de Agricultura Familiar también se encuentra readecuando un programa que se denomina Plantá Alimentos para quien desee cultivar en su casa. Se brindan semillas, plantines, mediasombras y asistencia técnica en este marco. Se plantan desde cebollita de verdeo, perejil, pepinos, mamón, frutillas, tomates cherrys, lechugas, entre otros alimentos.
Se brindan capacitaciones en huertas agroecológicas.
Este matutino pudo constatar que son cada vez menos los vecinos que se reúnen y apuestan por las huertas comunitarias. “Mayormente quienes están a cargo de comedores o merenderos llevan esta tarea para poder abastecer al barrio o al vecino que se encuentre en una situación de vulnerabilidad. Pero se están retomando estas actividades de a poco porque llevan un tiempo, paciencia, esfuerzo y presupuesto”, contó Ely Ferreyra, presidenta de la Asociación Civil Barrio Manantiales.
Asistencia y apoyo
María Cristina de Lima es la directora de Economía Social dependiente de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico en la Municipalidad de Posadas y quien se encuentra a cargo de brindar las herramientas y asistencia a los vecinos que buscan tener su propia huerta bajo el programa de Producción Socioproductiva. “Uno de los ejes es capacitación y promoción de huerta agroecológica y compost a fin de contribuir con los procesos de cambio social que conduzcan a un desarrollo sustentable”.
Apuntó que “se les enseña a los vecinos a armar su propia huerta agroecológica con lo que tengan en su casa, cómo pueden mantenerla, se les dicta sobre control de plagas, cuidados, y a su vez, se les da semillas, y articulamos con otras áreas de la Municipalidad para proveerles abono, sustrato”. Actualmente atienden las demandas en Rivadavia 1830.
“El objetivo de las capacitaciones es que los vecinos tengan su propia producción, y cosechen sus propios alimentos sanos y libres de químicos tóxicos”, dijo. Por último relató que luego de los recientes temporales hay huertas que fueron muy dañadas por lo que “aún se sigue haciendo relevamientos y reactivando el trabajo en el suelo para volver a producir”.
En el barrio Itaembé Guazú, en el sector de las 508 viviendas, agentes municipales que con colaboración y en una labor conjunta con el Centro Verde e ingenieros y técnicos, ayudan a los vecinos de esa zona a tener huertas en sus casas. Además, el Iprodha les prestó un predio aledaño al Caps para realizar una huerta comunitaria que está a cargo del vecino que vive enfrente del lugar. Son varios los barrios de la capital provincial que llevan adelante esta práctica.
Por su parte, Otto Goritz, subsecretario de Desarrollo Productivo del ministerio de Agricultura Familiar, dialogó con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7 y relató que se encuentran realizando un relevamiento de la cantidad que ya existen en la ciudad de Posadas: “Actualmente con la creación de una dirección estamos haciendo este trabajo para atender las huertas urbanas que tenemos en Posadas y en toda la provincia. Esta labor se hace debido al clima y todas las condiciones que afectaron a muchas huertas, además se está captando nuevas demandas”.
Luego, indicó que “si bien habían muchas huertas familiares, algunas dejaron de existir”. Aseguró que actualmente apuntan a “fortalecer lo que se está produciendo porque hay cultivos muy abandonados debido a que el vecino no pudo comprar su semilla, conseguir su herramienta o su sistema de riego”. Detalló que todas las demandas se están atendiendo en la oficina técnica.
Asociaciones y vecinos
Por su parte, Marisol Caballero, coordinadora del área de huertas agroecológicas de Libres del Sur, hizo hincapié en la importancia del concepto de hacer una huerta urbana “porque estamos acostumbrados a ir a comprar y el hecho de tener una cebolla de verdeo, perejil o el yuyo para el mate ya estás ejerciendo soberanía alimentaria”. Apuntó que se busca que el círculo que una produzca sea virtuoso “todo lo sano que uno produzca vuelve al cuerpo”, dijo.
Contó que desde Libres del Sur trabajan con un programa que se llama Prohuerta que es del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y cuando se realizan capacitaciones sobre huertas orgánicas asisten y son quienes les proveen de semillas. “Las semillas son caras si hay que comprarlas, por lo que tratamos de que nos provean para poder producir”.
En Itaembé Guazú, las familias ocupan sus patios para cultivar.
Señaló que varias familias que forman parte de Libres del Sur buscan su soberanía alimentaria libre de agrotóxicos. “Mayormente son familias que están en estado de vulnerabilidad, pero también contribuyen con comedores o merenderos que se les asigna para enriquecer el vínculo entre vecinos y compañeros”, indicó.
En la misma línea, Ferreyra de la Asociación Civil Manantiales indicó que “buscan reactivar las huertas en distintos puntos de Posadas debido a que la demanda creció por el contexto económico”. Manifestó que “los vecinos de Manantiales, Porvenir o Prosol, suelen tener sus huertas en sus patios para proveerse de sus propios alimentos”. Añadió que si bien la Provincia les brinda alimentos secos para comedores, “es importante producir lo fresco para una buena comida”.