Los miembros del clan Sena podrán utilizar celulares

Emerenciano Sena, Marcela Acuña y César Sena volverán a comunicarse entre sí o con terceros, tras 14 meses de una severa restricción. Así lo decidió esta semana el Equipo Fiscal Especial (EFE) que investiga el femicidio de Cecilia Strzyzowski, ocurrido el 2 de junio de 2023.
Al hacer lugar a una petición del abogado defensor de Emerenciano, Nicolás Boniardi Cabra, el Equipo Fiscal Especial (EFE) autorizó al matrimonio piquetero y a su hijo a utilizar el dispositivo telefónico Win en sus respectivas dependencias carcelarias, para el uso exclusivo de llamadas.
El beneficio estará restringido a 30 minutos cada 15 días y las llamadas serán monitoreadas por el personal penitenciario.
El uso de dispositivos telefónicos Win en las cárceles está sujeto a estrictos controles para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las normas. Cuenta con restricciones de uso, ya que solo pueden ser utilizados en horarios específicos y en áreas designadas dentro de la cárcel.

MONITOREADAS
Las llamadas realizadas y recibidas a través de estos dispositivos son monitoreadas y grabadas para prevenir actividades ilícitas. Los reclusos solo pueden llamar a números previamente aprobados por la administración penitenciaria.
Además, muchas funciones del teléfono, como el acceso a internet y aplicaciones de mensajería, están deshabilitadas. Y también los dispositivos son revisados regularmente para asegurar que no se han modificado o utilizado de manera indebida.
Esta es la primera vez que el EFE, conformado por los fiscales Nelia Velázquez, Juan Martín Bogado y Jorge Cáceres Olivera, autoriza a la familia Sena a comunicarse entre sí tras 14 meses de aplicarle una severa restricción que buscaba evitar que un eventual diálogo entre ellos entorpezca la investigación.
Sin embargo, los abogados defensores remarcaron en reiteradas ocasiones que la medida era desproporcionada ya que de modo alguno sus defendidos podrían alterar el proceso, teniendo en cuenta varias cuestiones evidentes: están presos, la instrucción se encuentra cerrada, con los elementos de prueba totalmente incorporados y con una causa que ya fue requerida a juicio oral.

EL ÚLTIMO CONTACTO
La última vez que Emerenciano y su hijo César se reunieron fue a fines de abril y terminó en un escándalo. Detenidos en el Complejo Penitenciario 1, los imputados realizaron un encuentro junto a sus abogados, situación que no contaba con la autorización del EFE.
Es por eso que se abrió una investigación contra los penitenciarios que habilitaron el encuentro, quienes fueron suspendidos preventivamente.
Antes, el 22 de diciembre de 2023, la Cámara de Apelaciones Criminal y Correccional anuló la resolución del 7 de diciembre de la jueza de Garantías, María De las Mercedes Pereyra (hoy jubilada), quien había permitido la reunión de los tres, publicó el portal judicial Litigio.
Gracias al hábeas corpus, la familia pudo reencontrarse el 14 y 21 de diciembre.

LOS IMPUTADOS
En total, son siete personas las que irán a juicio oral por el femicidio de Cecilia. Tras la última resolución de la Cámara de Apelaciones Criminal y Correccional, Acuña y Emerenciano quedaron imputados por el delito de «partícipes primarios por femicidio doblemente agravado».
César Sena, en tanto, recibió la imputación de «Homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido en contexto de violencia de género en carácter de autor (femicidio)».
Además del clan Sena, también serán juzgados los colaboradores de la familia. Fabiana González, Gustavo Obregón, Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso están imputados por el delito de Encubrimiento agravado, con una pena que podría ir entre los 3 y los 6 años de prisión.

EL CASO
La última imagen que se tiene de Cecilia Strzyzowski es del 2 de junio del año pasado, a las 9.16. Una cámara de seguridad la registró ingresando a casa de sus suegros, en Santa María de Oro 1460, en Resistencia, junto a su pareja.
Se cree que allí fue asesinada a manos de César Sena, en horas de la mañana, mientras sus padres no estaban en la vivienda.
Por la tarde, César y el colaborador de la familia, Gustavo Obregón, trasladaron el cadáver en una camioneta Toyota Hilux. Lo llevaron hasta el campo Rossi, propiedad de los Sena, ubicado en el límite entre Tres Horquetas y Puerto Tirol.
Envuelto en una frazada, lo calcinaron en una gran pira que armaron con leñas que había en el lugar. Días más tarde, volvieron al lugar para esparcir los restos en distintas ubicaciones del predio.

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