El Gobierno avanzó ayer en la negociación de la remozada Ley Bases con los bloques de la UCR y Hacemos Coalición Federal: si bien persisten diferencias con una parte del articulado, aceptó retrotraer el impuesto a las Ganancias con un piso de $1800.000 para trabajadores solteros y $2,2 millones para casados y enviar este martess -o a más tardar el miércoles- el borrador del nuevo proyecto a los jefes de bloques de la Cámara baja y los gobernadores para su ulterior análisis.
Los anfitriones de los sendos encuentros fueron el jefe de gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, que recibieron a los legisladores y, en primer término, los tranquilizaron respecto al debate paralelo del capítulo fiscal que, temerariamente, había descartado el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, en ocasión de participar de la presentación de la filial porteña de LLA.
El riojano participó, con todo, de las reuniones celebradas este lunes en el salón de los Escudos de Interior. En primer término, estuvieron presentes los diputados del bloque Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto, Florencio Randazzo, Emilio Monzó, Nicolás Massot, Ricardo López Murphy, Ignacio García Aresca y Margarita Stolbizer.
Los visitantes propusieron mejoras al acotado proyecto que giró el oficialismo: subir el mínimo no imponible “significativamente mas alto” -el primer borrador lo ubicaba en torno a $1200.000-, una reforma laboral “con incentivo claros para la creación de empleo”, moratoria con premios al buen contribuyente y eliminar definitivamente las comisiones de seguros dentro Estado, en un tiro por elevación al Ejecutivo por las demoras en la derogación del decreto 823.
Los diputados mostraron conformidad con el tono de la charla aunque reconocieron que fue “informativa” más que un espacio de negociación. Pichetto, de hecho, puso como ejemplo que en si bien hay consenso con el capítulo laboral respecto a la eliminación de las multas, no lo hay -en cambio- “las modificaciones que tienen que ver con el derecho colectivo, como el descuento voluntario a los afiliados o los cambios en obras sociales”.
En los hechos, la negociación continuará en el plenario de comisiones que comenzaría a funcionar el 17 de abril en el anexo de Diputados. López Murphy, que en la misma jornada volvió a ser cuestionado por el propio Javier Milei en un reportaje con Neura, dijo que a partir de este martes “deberían estar las redacciones alternativas” a los proyectos en cuestión y que en base a los aportes del bloque, el Gobierno “tendrá que ver si está dispuesto” a aceptarlos. “Eso favorecería su aprobación”, alegó.
Al atardecer arribaron al salón de la planta baja de la Casa Rosada los radicales Julio Cobos, Carla Carrizo, Lisandro Nieri, Karina Banfi, Soledad Carrizo, Pablo Cervi y Pamela Verasay, además del secretario parlamentario del bloque radical, Alejandro Cacace. Este bloque, de hecho, este martes aportaría al Ejecutivo su propuesta de reforma laboral.
La cordobesa Carrizo dijo que la reunión “fue muy buena” pero que aprovecharon la misma para expresar a los funcionarios presentes “los puntos en rojo” en los que desean profundizar el consenso, como una reelaboración del artículo 71 “de desregulaciones que podría permitir al Presidente avanzar con facultades que no le son delegadas” y reconoció que el apartado más conflictivo del texto es el referido “a privatizaciones y concesiones” al que difícilmente el Ejecutivo acepte modificar.