La ciudad de Puerto Rico se encuentra en alerta máxima mientras el río Paraná ha inundado por completo la calle de la costanera y amenaza con provocar daños significativos en la zona.
La situación se tornó crítica en las últimas horas, con el río Paraná manteniéndose estacionario durante un par de horas, lo que ha aumentado la incertidumbre entre la población. Las aguas desbordadas ya han cubierto una parte importante de las oficinas de migraciones, aduana y SENASA, lo que dificulta el funcionamiento de estas instituciones.
Las autoridades locales han tomado medidas de emergencia, evacuando a los residentes de las zonas más vulnerables y brindando refugio y asistencia a quienes se han visto afectados por la crecida del río. Además, se han desplegado equipos de rescate y se ha establecido un centro de operaciones de emergencia para coordinar los esfuerzos de ayuda.
Las autoridades locales han instado a la población a mantenerse informada a través de los medios de comunicación y a seguir las indicaciones de seguridad. Se prevé que la situación pueda empeorar en las próximas horas, y se espera que las lluvias continúen, lo que aumenta el riesgo de inundaciones.