El Millonario superó por 1-0 a Atlético Tucumán en la última jugada en el Monumental, por la quinta fecha en la Zona A
River Plate venció por 1 a 0 a Atlético Tucumán en el estadio Mas Monumental con un gol de cabeza del venezolano Salomón Rondón en el tercer minuto de descuento del encuentro que cerró la quinta fecha de la Copa de la Liga Profesional.
El conjunto de Martín Demichelis se mostró más peligroso desde el inicio, pero su incidencia en los últimos metros solo fue creciendo con el correr de los minutos. Casi a la media hora amenazó Ramiro Funes Mori de cabeza pero enseguida Franco Armani tuvo trabajo ante un intento olímpico de Joaquín Pereyra. Pero cerca del descanso llegó un nuevo asedio local con un remate de Nicolás De la Cruz que le quemó las manos a Tomás Marchiori y a los 46, en los últimos segundos del minuto adicionado, llegaría la gran polémica.
Esequiel Barco lanzó un centro frontal que, tras un despeje defectuoso de Bruno Bianchi, le quedó a Paulo Díaz para que le reventara el arco a Marchiori. Pero el VAR metió la cola, Pablo Dóvalo revisó la jugada y terminó anulando el tanto tras largos minutos. Primero, al trazar las líneas, quedaron muchas dudas sobre si el chileno no estaba en la misma línea que el último defensor. Después, la interpretación determinó que la intervención de Bianchi fue insuficiente como para considerarla un pase fallido a Díaz… Un momento sin dudas que dará que hablar.
El complemento tuvo un inicio mucho más parejo. Ramiro Carrera amenazó de media distancia y otra vez Dóvalo y el VAR anularon un grito millonario, por posición prohibida de Miguel Borja. Después Marchiori se lo tapó a Salomón Rondón y Armani a Matías Orihuela. Cerca de la media hora, parecía que nada podía frenar a los tucumanos, que no se amedrentaban por el empuje de la gente local ni por su poderío. La fortuna le negó el gol a Mateo Coronel al estrellarle un tiro en el poste. Pero el momento de los de Favio Orsi pasó y otra vez habría acción en tiempo cumplido.
A los 48, el ingresado Pablo Solari mandó un centro desde la derecha que Rondón conectó saltando más que todos y sacando un sablazo de cabeza por arriba del arquero. A cobrar para River, que se sacó la espina en el final y pudo desatar su postergada fiesta.