La prohibición sería para el Estado local. Esto va acompañado del diseño de un plan de castración -vía esterilización quirúrgica- gratuito, masivo y sistemático en machos y hembras de especie canina y felina. Las claves del proyecto.
Está en comisiones del Concejo Municipal un proyecto de ordenanza que plantea, por un lado, prohibir al Estado municipal “la práctica de matanzas por cualquier método, la eutanasia y el sacrificio de perros y gatos, para lograr el control poblacional”. Y por otro, propone crear un plan de castración a cargo del Gobierno local, que tenga como único método eficiente “la práctica de esterilización quirúrgica gratuita, masiva, no excluyente, sistemática, extendida y temprana de machos y hembras de especie canina y felina”.
A propósito del primer punto, la prohibición alcanza “a todo acto que, por acción u omisión, implique la práctica del sacrificio, la eutanasia y matanza de perros y gatos por parte del Estado en cualquiera de sus niveles, ya sea en forma directa o indirecta, en los casos de tercerización de actividades estatales a través de cualquier persona física o jurídica”, dice en su letra la iniciativa.
Se trata del expediente Nº 0062-01896862, que lleva la autoría de la concejala Mercedes Benedetti. El título es “prohibición de la eutanasia de perros y gatos, y promoción de métodos para su esterilización”. Está en comisión de Hacienda del Concejo, y en el sistema de información legislativa hay dos textos: uno inicial y otro más reciente. Tiene “un despacho favorable, con modificaciones”. La norma en ciernes busca, con todo, que el municipio logre controlar el crecimiento poblacional -y una tutela jurídica, si se quiere- de estas dos especies de animales.
Qué es
Por definición, la eutanasia animal es el acto de permitir la muerte asistida a través de la supresión de medidas médicas extremas, o aplicando la muerte indolora a un animal que sufre una situación penosa o una enfermedad terminal. En el mundo se utilizan varios métodos: uno de los utilizados es la anestesia intravenosa (inyección de una dosis alta de pentobarbital). Sin padecimiento ni dolor (porque está anestesiado), el animal es inducido a un paro cardíaco, que dará lugar a su fallecimiento.
Como se sabe, la decisión del dueño de una mascota de compañía en ese estado agonizante puede ser muy dilemática y traumatizante. De aprobarse esta norma, la decisión de la eutanasia animal, quedaría en manos del dueño de un animal padeciente, no ya del Estado local. De todos modos, como se dijo, el proyecto de ordenanza está en proceso de revisión, y probablemente tenga modificaciones.
Esterilización
Respecto del segundo punto, que es la parte neurálgica de la iniciativa legislativa, se plantea disponer un plan de castración que tenga como único método eficiente por parte del Estado la práctica de esterilización quirúrgica, justamente “para el control del crecimiento poblacional de perros y gatos”.
Ese plan deberá ser, en primer lugar, masivo. La masividad implica que se debería abarcar el mayor número de animales en el menor tiempo posible, “si se considera que hay un animal (perro/gato) por cada dos personas en ciudades de más de 10 mil habitantes (fuente ‘ONGs en Red’) y que, según el último censo poblacional, en la ciudad de Santa Fe hay 505.665 habitantes, la cantidad de perros y gatos es de 252.932,5.
Con ello y para lograr el objetivo propuesto, “en el primer año luego de la sanción de la ordenanza, se deberá castrar el 20% de esa población, lo que resultaría en 4.214 castraciones mensuales, y 210 diarias”, estima la iniciativa.
También el plan deberá ser sistemático, lo que implica que “las acciones serán sostenidas en el tiempo, ininterrumpidas durante el año y con horarios accesibles para la población”; gratuito -“sin excepciones, para garantizar el total acceso de la población en términos igualitarios”-; y preventivo, por lo que el servicio “deberá realizarse con atención temprana preferentemente antes del primer celo, a partir de los 5-6 meses de edad en perros y gatos”.
Finalmente, el plan de castración será no excluyente, esto es, que incluirá “a caninos y felinos, hembras y machos, adultos y cachorros, con o sin dueños, domiciliados, semi domiciliados y en situación de calle, mestizos y de raza, de zona urbana y rural, ferales y asilvestrados, hembras preñadas y en celo”.
“Capturar-Esterilizar-Devolver”
El Plan funcionará dentro de las instalaciones del Instituto Municipal de Salud Animal (IMUSA), tanto en sus puntos fijos como móviles. Además, los médicos veterinarios designados o contratados para dar cumplimiento a los aspectos técnicos del plan de control ético de población de perros y gatos establecido “deberán ser profesionales formados en los lineamientos del mismo”.
Un elemento interesante que plantea el proyecto es la promoción de la práctica del “TNR TRAP” (“Capturar-Esterilizar-Devolver”) a los perros y gatos. Aquí se alude a los animales denominados comunitarios, es decir, “aquellos sin hogar individualizado que viven al amparo, crianza y protección de distintas personas o barrios, que por causa de la sobrepoblación carecen de un hogar que los cobije”.
Estos animales no serán retirados de la vía pública. Se aplicará el TNR en las colonias de felinos ferales. El Ejecutivo podrá dar en préstamo jaulas trampas a los vecinos o instituciones que las necesiten. Se dará prioridad a su castración sin turno previo. Finalmente, se promueve la construcción de nuevos refugios para albergue de estos animales.