Una breve pero intensa lluvia de apenas 10 milímetros volvió a evidenciar las graves deficiencias en la infraestructura de desagües pluviales de Corrientes. Los barrios cercanos a la Autovía Ruta Provincial N°5 (ARP5), recientemente inaugurada por el Gobierno Provincial con gran despliegue, sufrieron anegamientos que dejaron calles intransitables y viviendas rodeadas de agua, poniendo en jaque a sus habitantes.
La autovía: ¿un símbolo de progreso o un nuevo problema?
Vecinos de los barrios San Ignacio, Flíer, Lomas y Ponce, a ambos lados de la ARP5, denunciaron que el agua no escurre como debería, debido a la falta de planificación en los desagües. “Si no hacen bien los desagües, esta autovía será un paredón que no deja pasar el agua”, advirtió una vecina del barrio San Ignacio.
En el barrio Ponce, la situación fue crítica: la calle César Álvarez, principal vía de acceso, quedó completamente anegada, obligando a los vecinos a usar únicamente la calle Joaquín Arqueros. Las viviendas más antiguas del sector sufrieron los mayores embates, rodeadas por el agua acumulada.
Zona Sur: más de lo mismo
En los barrios Juan de Vera y Quilmes, en el sur de la ciudad, los vecinos también enfrentaron caos por el desborde de zanjas. “Hace meses que la Municipalidad no limpia las zanjas ni los caños. Apenas llueve y ya estamos en peligro”, denunció una vecina desde la avenida Garay, mientras intentaba salir de su barrio embarrada para ir a trabajar.
Por su parte, la emblemática esquina de 3 de Abril y España volvió a convertirse en un “pileton” tras la lluvia, repitiendo una postal ya habitual en cada tormenta.
Sin obras ni soluciones
Pese a los reiterados reclamos vecinales, el intendente de Corrientes reconoció recientemente que no se realizarán obras de gran envergadura este año, argumentando la crisis económica nacional y la necesidad de priorizar el control del gasto. Sin embargo, esta decisión deja sin respuesta a miles de vecinos que padecen anegamientos constantes y que ya vivieron tres grandes inundaciones en marzo, con impactos devastadores en el centro y los barrios periféricos.
El clamor de los vecinos: “No más excusas”
La indignación de los vecinos crece. Exigen obras concretas y un mantenimiento adecuado de los desagües que permitan enfrentar incluso lluvias leves. “No puede ser que con 10 milímetros estemos así. Esto no es progreso, es abandono”, resumió una vecina.
La inauguración de la autovía, presentada como un símbolo de desarrollo, contrasta con la dura realidad de una ciudad que sigue sumida en las mismas problemáticas de siempre: sin planificación, sin mantenimiento y con sus habitantes bajo el agua.